Me gustan las llamadas a la acción como ésta de la semana pasada de Borja Prieto. Hacen que te de un cierto subidón y yo, ciertamente, necesito mis inyecciones de ánimo tanto como el chocolate. Por eso me chuto con cosas como el blog Desencadenado, libros como «La semana laboral de 4 horas» y conversaciones con incipientes emprendedores como Unai y el otro Unai.