Por fin. Teddy Bautista, uno de los personajes más odiados de España detenido. No es que por ser odiado tuviera que ser detenido, pero hacía tiempo que sus tejemanejes y chanchullos andaban en boca de muchos.
Como decía el tío Ben «un gran poder conlleva una gran responsabilidad».
Parece matemático. Cuando a una persona se le concede un poder, grande o pequeño, termina por abusar de él. Desde el guardia de seguridad de un aparcamiento hasta un elemento como Teddy Bautista, pasando por políticos que no saben hacer la o con un canuto. Todo el mundo en la medida de sus posibilidades termina por mear fuera del tiesto. Sobre todo si no hay nadie mirando o el que tiene que mirar es amiguete.
Supongo que nadie está libre de ello. Las excepciones que haya me parece que no hacen sino confirmar la regla.