«Uno se convierte en lo que lee, en lo que escucha y en lo que ve. Por eso es vital seleccionar todo lo que entra en nuestro cerebro, limpiarlo frecuentemente, ser consciente que estamos en constante cambio, que lo que hoy es valido mañana no lo será. Hay que reconocer lo que es bueno, y lo que no lo es. Hay que liberarse de las cadenas que nos atan a creencias arraigadas por esta sociedad y buscar siempre lo mejor, lo sublime; ser capaz de perseguir nuestros sueños sin dejarnos dominar por las presiones de esta sociedad. Uno puede lograr cualquier cosa, sea lo que sea, uno no necesita muchas de las cosas que nos hacen ver que son prioritarias: hipotecas, facturas, coches, casas, joyas, un sueldo fijo, etc.; Uno debe reinventarse siempre, y hacerse muchas preguntas, porque en ellas esta la verdad. Tu verdad que es la única que vale. Una persona es más libre cuando menos contaminada esta por miles de mensajes, cuánto menos apego tiene a las cosas.»