Ayer escribí un post sobre las series de Disney que ve mi hija. Estuve viendo una que se llama «Shake it up» y me pareció tal chorrada, tan idiotas las protagonistas, que con el calentón el post me salió de carrerilla.
Pero llegó el momento de cerrar el post y no pude. Iba a decir que la tele que veíamos antes era mejor que la de ahora, pero ¿lo era?
Las descerebradas protagonistas de «Shake it up», ¿son más o menos descerebradas que los que salían en «Salvados por la campana«? «Los magos de Waverly Place» o Hannah Montana y su padre, ¿son más o menos idiotas que el hermano de Blossom o el hijo del doctor Huxtable (Bill Cosby)?
Y llegué a la conclusión de que no. Que por mucho que nos guste decir que la tele de hoy es telebasura, que se habla mal en horario infantil, que hay violencia, que no hay valores etc. etc. No. Cuando nosotros éramos críos también se cocían habas; y a calderadas. Porque, ¿cuántos indios y vaqueros habré visto morir en las películas del oeste que veía con mi abuelo? ¿Cuántos piratas muertos a espadazos o cañonazos? ¿Cuántas mujeres abofeteadas? ¿Y hombres? ¿Caballos sacrificados por un disparo? ¿Y los dibujos animados? ¿Cuántas veces le arrancaban la cola a Gokuh? ¿O se la cortaban? ¿Y qué me decís del pobre Coyote?